Hoy halla espacio el asueto de celebrar la ingratitud que rendimos el resto del año. Un día como este, descargamos con especial dedicatoria, lo que usualmente pronunciamos en el arte rutinario.
Madre no es un verbo que se conjuga pariendo, sino una expresión que se manifiesta con el más puro sentimiento de quien, sin horario ni condición, asume la virtud sublime de procurar, para sus hijos, algo mejor de lo que ella recibió.
Poco importa si luce dura o muy afeminada, si traba…ja mucho o tiene fama de holgazana. Madre, es aquella luz que observamos brillante, aunque se torne tenue a nuestras escondidas.
A la madre viuda, casada, soltera y divorciada; a la que ejerce su rol al 100%, y a la que excede esa cifra, mientras hace de padre en el sobretiempo; incluso a las que ya hoy no vemos, pues aunque ausentes, están siempre presentes.
Para TODAS, nuestro eterno agradecimiento.
El blog de Zaki Banna 